El ejercicio de la meditación retrospectiva
La meditación es una práctica que nos ayuda a analizar de forma enfocada, a través de diferentes métodos y ejercicios, nuestros pensamientos. Y al combinarlo con un análisis retrospectivo de las cosas, ha sido un ejercicio que personalmente me ha aportado mucho valor como cierre a cada día.
Y aunque la definición del título de esta publicación podría bien haber sido ¿Cómo realizar análisis retrospectivos sin juzgar?, para ser más explícitos en el énfasis de este post, que es específicamente para aprovecharse como buena práctica, las pausas de auto-conciencia y auto-análisis, no para lamentarse por lo que pudo haber sido o hacerse mejor, sino para aprender de lo ocurrido y mantener un patrón de mejora continua y disposición de aprendizaje en camino a ser mejores personas.
Y es que hace varios años, un ejercicio automático que realizaba mi mente, antes de dormirme en las noches era hacer una retrospectiva tan vívida que parecía una proyección de película en alta velocidad, que hacía pausas puntuales en momentos que seguramente hubiera querido que ocurrieran diferente y aunque pasé muchos años castigándome con chasquidos de arrepentimiento mientras esa película rápida pasaba por mi mente, poco a poco y mientras iba leyendo un poco más sobre estoicismo, encontré la forma de aprovechar este ejercicio automático, en lugar de reprimirlo.
La meditación retrospectiva, la he considerado como una práctica que me sirve para varias cosas positivas al final del día:
- Valorar todas las cosas buenas que pasaron durante el día (emociones puntuales que disfruté, aprendizaje de conocimientos o datos nuevos e interacciones de valor en momentos de relación social), que me ayudan a conciliar el sueño y crear la oportunidad de enfocarme de forma funcional y objetiva en esos pensamientos positivos durante mi tiempo de descanso y por ende en la representación de mis sueños.
- Identificar las cosas que considero, pude haber hecho de forma diferente (es decir, de las que me arrepiento), pero abordarlas como una oportunidad de mejorar y convertirlas en aprendizaje, lo que me permite perdonarme si me castigué por un error, evitar cegarme con algún lamento y considerar soluciones de mejora.
¿Cómo aplicar el ejercicio de meditación retrospectiva?
Y dentro de la definición de meditación, cabe la interpretación de lo que para cada persona sea, una conexión espiritual o una representación de espacio de análisis, lo que algunos podrían llamar rezar, otros auto-conciencia y otros un espacio de respiración y conexión con el momento presente que se logra soltando lo que pasó y dejando de pensar en lo que podría pasar. Por lo que como parte de mi experiencia en la aplicación de la meditación retrospectiva, considero que debe tener una estructura:
- Primero: Hacer un recorrido detallado por las cosas positivas o de valor que ocurrieron durante el día o el período sobre el cual se esté haciendo retrospectiva, reconocer todo, disfrutar porque ocurrió y pasar página, para no crear una dependencia nostálgica sobre el pasado.
- Segundo: Identificar las cosas que se pudieron haber hecho mejor o cosas de las que nos arrepentimos, sin lamentarse, sino pensando ‘outside the box’, cómo podría haberse hecho diferente con mejores resultados, aprender de la definición de oportunidad de mejora y pasar página, para no crear un anclaje hacia un «hubiera» imposible de resolver.
- Tercero: Aplicar una práctica propia de la creencia espiritual de cada persona (un rezo para los religiosos o un ejercicio de respiración para establecerse en el momento presente) y así poder dar por cerrado el ejercicio retrospectivo y proceder a dormir tranquilamente.