Audiolibros, una alternativa a la lectura tradicional

Si bien la idea de los audiolibros surgió para permitir el acceso de forma inclusiva a personas con limitación visual, el concepto se ha ido popularizando en los últimos años de tal forma que a través de diferentes plataformas, se ha convertido en una alternativa para leer libros, o mejor dicho, tener acceso a los conocimientos de un libro.

Mi experiencia personal con los audiolibros, comenzó hace algunos años, cuando buscaba una narración guiada de algunos títulos en los cuales quería tener mejor orientación sobre el mensaje, pero se ha vuelto una alternativa para aprovechar mejor el tiempo y diversificar las opciones de aprendizaje o «lectura».

Yo personalmente utilizo como plataforma para escuchar audiolibros, Audible, de Amazon, que tiene disponible miles de títulos en diferentes categorías e idiomas, pero hay otras alternativas como Storytel o Audiobooks.

En mi experiencia personal, he encontrado múltiples beneficios a consumir libros en formato auditivo y describo los principales a continuación:

• Se puede aprovechar los tiempos muertos (como el tránsito o las salas de espera) para consumir contenido de interés.
• Si se escucha libros en otro idioma, se puede practicar la interpretación del lenguaje. Yo escucho muchos audiolibros en inglés, pero creo que podría ser funcional esta práctica, en cualquier otro idioma.
• Depende de la narración, se puede escuchar los audiolibros con una velocidad mayor a la normal (mi límite personal ha sido 2x), lo que representa beneficios como: incrementar mi capacidad de atención al enfocarme en la interpretación rápida de la narración y consumir un contenido en menor tiempo del estipulado.

También es importante saber que no todos los libros fueron creados originalmente con la consideración de lanzarse como audiolibro, por lo que algunos solo son convertidos a este formato, por empresas dedicadas a esta función.

¿Qué diferencias tiene un libro producido originalmente para ser audiolibro de uno que fue adaptado a este formato?

• La división por capítulos. Cuando un libro fue producido originalmente pensando en formato de audiolibro, la distribución de capítulos es específicamente a la que corresponde y tiene título cada uno. Cuando no es así, la distribución de capítulos depende a la cantidad de tiempo que la empresa que haga la adaptación considere óptima para cada narración (porque al no ser considerado para ser audiolibro originalmente, el libro cuenta con varios capítulos en los que su extensión es tanta que vale la pena dividirse en el formato auditivo).
• La narración original de escenas. Un audiolibro originalmente producido en este formato, contiene algunas partes del libro en los que se hace referencia o se cita a personas en particular y son representadas con la voz original o el audio al que hacen referencia, para hacer más inmersiva y real la experiencia.
• El énfasis en la narración. En un audiolibro que fue originalmente producido en este formato, la narración se enfatiza en donde el autor consideró originalmente que debía hacerse, a diferencia de cuando está adaptado, en la que el que realiza la adaptación, enfatiza de acuerdo a su interpretación del contexto.

Entonces, ¿Es buena la alternativa de los audiolibros?

En mi experiencia personal sí, siempre y cuando se tome en consideración que la experiencia de hacer anotaciones o subrayar en la lectura de un libro tradicional, en este formato se tiene que convertir a anotaciones mientras se escucha. Además provee una alternativa más inmersiva en el contenido del libro, al contar con una narración guiada.

Mi recomendación está basada en mi experiencia utilizando Audible, que entre muchas ventajas, ofrece:

• Modelo de suscripción mensual (US$ 15 al mes a cambio de un crédito, que se puede utilizar para adquirir cualquier audiolibro disponible en su biblioteca).
• Opción de compra de audiolibros de forma independiente (constantemente hay ofertas con porcentajes de descuento interesantes).
• Sistema interactivo de calificación, en el que se puede dejar retroalimentación sobre la calidad del contenido del libro, de la narración y de otros criterios específicos.